Quién mejor que Octavio Paz para enunciar los ingredientes tangibles e intangibles de la mejor poesía, he aquí un fragmento de su obra "La casa de la presencia", en el apartado Poesía y Poema
"La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar al mundo, la
actividad poética es revolucionaria por naturaleza; ejercicio espiritual, es un método de liberación interior. La
poesía revela este mundo; crea otro. Pan de los elegidos; alimento maldito. Aisla; une. Invitación al viaje;
regreso a la tierra natal. Inspiración, respiración, ejercicio muscular. Plegaria al vacío, diálogo con la ausencia: el tedio, la angustia y la desesperación la alimentan. Oración, letanía, epifanía, presencia. Exorcismo,
conjuro, magia. Sublimación, compensación, condensación del inconsciente. Expresión histórica de razas,
naciones, clases. Niega a la historia: en su seno se resuelven todos los conflictos objetivos y el hombre
adquiere al fin conciencia de ser algo más que tránsito. Experiencia, sentimiento, emoción, intuición, pensamiento no dirigido. Hija del azar; fruto del cálculo. Arte de hablar en una forma superior; lenguaje primitivo.
Obediencia a las reglas; creación de otras. Imitación de los antiguos, copia de lo real, copia de una copia de
la idea. Locura, éxtasis, logos. Regreso a la infancia, coito, nostalgia del paraíso, del infierno, del limbo.
Juego, trabajo, actividad ascética. Confesión. Experiencia innata. Visión, música, símbolo. Analogía: el
poema es un caracol en donde resuena la música del mundo y metros y rimas no son sino correspondencias, ecos, de la armonía universal. Enseñanza, moral, ejemplo, revelación, danza, diálogo, monólogo. Voz
del pueblo, lengua de los escogidos, palabra del solitario. Pura e impura, sagrada y maldita, popular y minoritaria, colectiva y personal, desnuda y vestida, hablada, pintada, escrita, ostenta todos los rostros pero hay
quien afirma que no posee ninguno: el poema es una careta que oculta el vacío, ¡prueba hermosa de la
superflua grandeza de toda obra humana!..."
Octavio Paz
1967
Escribir, comunicar, renacer, dar una mirada sobre la poesía y su cualidad de brindarnos encanto y belleza. Un poco de poesía desde el mar y su brisa. Este es un espacio en construcción y creo que, a lo largo del tiempo, lo seguirá siendo. No pretendo que se constituya, que se fije a una idea pre-establecida, sino que fluya con mis aportes y los aportes de quienes quieran participar.
domingo, 7 de julio de 2019
miércoles, 21 de marzo de 2018
Otoño - Antonio Machado
Feliz Día de la Poesía y Feliz Otoño para todo el Hemisferio Sur!!
Otoño
El cárdeno otoño
no tiene leyendas
para mí. Los salmos
de las frondas muertas,
jamás he escuchado,
aue el viento se lleva.
Yo no sé los salmos
de las hojas secas,
sino el sueño verde
de la amarga tierra.
Antonio Machado
miércoles, 22 de febrero de 2017
Ojos de universo - María A. Monaco
El tiempo gira como engranaje desvariado.
Exhalo del ayer lo que fuga de mi blusa
con el dolor irremediable de los no
(no dichos no negados no queridos no)
La alfombra del pasado me destierra
de los mágicos paisajes
que acaso asoman de los libros sin prensa.
El azul ha teñido de universo el fondo de mis ojos
(no decide mi mente no)
Ahora es tiempo de mi esencia,
de estrenar mi otra vida:
la que espera ingrávida entre esas lámparas de nácar
que encierran las estrellas,
mientras un chamán agita una bolsa de semillas.
María A. Mónaco
sábado, 16 de julio de 2016
Soles - María A. Mónaco
Soles
Soles hambrientos de arena.
La huella del día nos separa.
Ni acá, ni a mitad de la vida:
un poco más lejos de la roca
que cargamos en el bolsillo.
Día a día, el viento salino crece
y espera mojarnos el pelo de rocío.
Pero el momento no llega.
Los satélites giran como dioses
que tiempo atrás enloquecieron.
María A. Mónaco
sábado, 7 de mayo de 2016
Curso de Escritura Poética - Nueva Edición
Nueva Edición del Curso de Escritura Poética - Inicia 15 de Mayo de 2016. Prof. María A, Mónaco.
Mas información ver en:
Curso de Escritura Poética - María A. Mónaco
Imagen: by Joanna Kosinska
jueves, 31 de marzo de 2016
Dios no lo sabe - José Ángel Buesa
Dios no lo sabe, pero yo estoy triste
Como los viejos pozos en la tarde;
Triste como el portón de la herrería
Que hace cien años que no ha abierto nadie.
Ya le encuentro sabor de sed al
Agua, viendo crecer un trigo miserable;
Y todo se me va con el otoño,
Pero Dios no lo sabe.
Como los viejos pozos en la tarde;
Triste como el portón de la herrería
Que hace cien años que no ha abierto nadie.
Ya le encuentro sabor de sed al
Agua, viendo crecer un trigo miserable;
Y todo se me va con el otoño,
Pero Dios no lo sabe.
Dios no lo sabe, porque está allá arriba,
Y yo acá abajo, triste a mi manera;
Yo, que ya sé lo que no dice el viento
Y de qué modo hay que pisar la yerba.
Dios no lo sabe, pero yo lo digo,
Solo en la noche, solo en la tristeza,
Y eso que sé que nada cambiaría
Aunque Dios lo supiera.
Y yo acá abajo, triste a mi manera;
Yo, que ya sé lo que no dice el viento
Y de qué modo hay que pisar la yerba.
Dios no lo sabe, pero yo lo digo,
Solo en la noche, solo en la tristeza,
Y eso que sé que nada cambiaría
Aunque Dios lo supiera.
Yo sé el camino del que sigue andando
Derechamente hacia ninguna parte,
Y ese lado del tiempo donde hay nieve
Para el pequeño amor que llega tarde.
Yo sé cómo se cierra cada puerta
En el anochecer de cada calle;
Y sé que hay un sol negro que da sombra,
Pero Dios no lo sabe.
Derechamente hacia ninguna parte,
Y ese lado del tiempo donde hay nieve
Para el pequeño amor que llega tarde.
Yo sé cómo se cierra cada puerta
En el anochecer de cada calle;
Y sé que hay un sol negro que da sombra,
Pero Dios no lo sabe.
Yo sé del hacia abajo en las raíces,
Sin hacia arriba, hacia la primavera;
De la lluvia que llueve y ya no es lluvia
En la arena que sigue siendo arena.
Dios no lo sabe, y nada cambiaría,
Nada, por más que un día lo supiera.
O tal vez Dios lo sabe,
y está triste sin que nadie lo sepa.
Sin hacia arriba, hacia la primavera;
De la lluvia que llueve y ya no es lluvia
En la arena que sigue siendo arena.
Dios no lo sabe, y nada cambiaría,
Nada, por más que un día lo supiera.
O tal vez Dios lo sabe,
y está triste sin que nadie lo sepa.
viernes, 22 de enero de 2016
Silencio - María A.Mónaco
Silencio
Colgado de bruma marina se pasea
en la ciudad perdida de mi mente.
Estampado invisible del mantel.
Diapasón de la noche que no muere.
Habito el horror de este silencio
en los mástiles de un viejo bote
que se lleva el arlequín del día.
Nadie mira un pájaro sin voz
atrapado en la punta de una rama
María A. Mónaco
martes, 17 de noviembre de 2015
Nocturno - María A. Mónaco
Nocturno
La noche respiró en mi
oído
y arrojó su catarata de
luces.
No pude dormir en horas
deshojando el cielo de
fuego.
Cortesía de cristal y
pestañas.
Decisión milésima de tu brazo.
¿Puedes ver mi huella sin
rostro
trepando en rocío hacia la
luna?
Busca las canciones de
ancestro
que emocionan la piel y
los dedos.
No hay secreto en la brisa
marina:
el rumor de las sales
puede elevarse.
Te espero hace siglos y
surcos
en el áureo recodo de las
caracolas.
María A. Mónaco
martes, 6 de octubre de 2015
Soy - Jorge Luis Borges
Soy el que
sabe que no es menos vano
que el vano
observador que en el espejo
de silencio
y cristal sigue el reflejo
o el cuerpo
(da lo mismo) del hermano.
Soy, tácitos
amigos, el que sabe
que no hay
otra venganza que el olvido
ni otro
perdón. Un dios ha concedido
al odio
humano esta curiosa llave.
Soy el que
pese a tan ilustres modos
de errar, no
ha descifrado el laberinto
singular y
plural, arduo y distinto,
del tiempo,
que es uno y es de todos.
Soy el que
es nadie, el que no fue una espada
en la
guerra. Soy eco, olvido, nada.
JLB
martes, 12 de mayo de 2015
Dudas - María A. Mónaco
Dudas
Suelta la idea de tu frente.
No hay muros en la piedra
invisible.
La tarde pasa y seguirá pasando
como una calesita repleta de
niños.
No sé del amor cuando me miras:
suena indefectible aquella
historia
que un día será libro de tu voz.
El séptimo canto a la luna
es vellón y corteza de acero.
No desprendas tu collar de
dudas.
No adivines el color del
silencio.
No preguntes,
que en el arco de mis cejas
te espera la respuesta.
María A. Mónaco
Poema perteneciente a "El
Arco de Silencio", Mención de Honor Concurso de Cuento y Poesía Ediciones
Ruinas Circulares, 2012.
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