Llave
maestra
Llave maestra
que abre y cierra portales,
tamiza la luz del norte,
atrapa sueños de olivos.
Pasa en días de noviembre
cuando el tibio sol es piedra.
Tanta desidia ciega:
sal y bruma hecha desprecio.
Hoy encuentro abiertas
las ventanas de memoria
(pájaros de ojos que vacilan)
El viento mueve mis sandalias,
el viento viene y me lleva.
No le temo a la tormenta,
limpia el sueño de la noche
mientras la tristeza duerme.
Siempre espero al pie del muro,
huérfana de alas, a que vuelva.
© María A. Mónaco
Foto: Bernardo Nieuwland