Nocturno
La noche respiró en mi
oído
y arrojó su catarata de
luces.
No pude dormir en horas
deshojando el cielo de
fuego.
Cortesía de cristal y
pestañas.
Decisión milésima de tu brazo.
¿Puedes ver mi huella sin
rostro
trepando en rocío hacia la
luna?
Busca las canciones de
ancestro
que emocionan la piel y
los dedos.
No hay secreto en la brisa
marina:
el rumor de las sales
puede elevarse.
Te espero hace siglos y
surcos
en el áureo recodo de las
caracolas.
María A. Mónaco
Se me da muy bien logrado el poema, amiga. Muy bien!
ResponderEliminarAbrazos
muchas gracias mi estimado amigo, gracias por tu visita y tus saludos, un fuerte abrazo!
EliminarEs precioso, muy poético, con magia y simpleza. te felicito. Caro
ResponderEliminarHola Caro, bienvenida! muchas gracias por expresarme tu parecer, hay épocas en que no resulta tan fácil escribir... Gracias, un abrazo
Eliminar